Las manitas de una de nuestras alumnas, junto a las de Jimena guiando, tornean una pieza que luego se cocerá, pintará y volverá a cocer para poder ser utilizada o admirada.
El torno proporciona todo un mundo por descubrir, el niño desarrolla su sentido del tacto y ello le permite poder conocer la temperatura de los objetos, el estado húmedo o seco y la dureza o las texturas.